La verdad es que cuesta un montón hacerlo, aplicaciones y un montón de detallitos, pero el resultado vale la pena.
Cuando acabas el bloque, lo miras y piensas, ha válido la pena.
Le falta una buena planchada...
El pajarito. Como no tenía un corazón, le he puesto un charm de niño colgando. Ya veremos si lo cambio o se queda así para siempre.
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